Gracias a Piazzolla los domingos.
Exceso de libertad, inhibe. Ir a sentarse a un banco de plaza a pensar un rato para donde ir, como acto revolucionario. Que mediocre todo, nos tienen agarraditos del la manera más inteligente.
Se da vuelta y queda igual. ¡Vayamos al diablo!
Gracias a Piazzolla los días de lluvia.
El tiempo se licúa, play: se inunda una ciudad, me fumo este pucho. Eso pasa, esto soy.
En éstos días la ventana del bondi me emociona ¿estoy hecho un pelotudo?

A la vida como arte, porque no hay más.