Permítame insistirle en que usted con sus anuncios ideoilógicos que no se anima a publicar, desencadena inquietud en los que apreciamos sus libros, y consecuentemente a usted como artista.
Las falaces perspectivas de sus afirmaciones tienden a derrumbar las emociones del lector, que avanzará en farragosas interpretaciones de sus anteriores obras.
El principal punto que quisiera discutir es justamente su noción incorrecta de las funciones creativas de sus asiduos seguidores. El "exitismo barato" que usted interpreta no se debe a las sensaciones de sus amantes, sino a las verdades absolutas que impone el sistema. El sistema lo está acomodando señor.
Como sabrá entender, frente a un objeto (en este caso artístico) la gente toma distintas perspectivas cambiando de lugar, pero siendo movidos por las fuerzas del malinterpretacionismo clásico.
Por ejemplo el Sol, señor... la humanidad siempre se cansó de ver lo mismo, su trayecto del naciente al poniente. Pero "la humanidad" (como si ésta estuviera compuesta por vórtices magicos nada más) alteró su significado en base a lo que postulaban las fuerzas de la Verdad (el sistema, ¿comprende?), por supuestos hombres revolucionarios que se situaban en una posición tan cómoda como la que mencionó en el discurso del 4/9.
Volviendo al Sol: antes las explicaciones eran geocéntricas, luego heliocéntricas... y le aseguro que si usted (que a ésta altura tiene la palabra) anuncia mañana en uno de sus libros una teoría egocéntrica de rotación solar (basado en que el sol se adecua al ojo humano, para no enceguecernos por falta o sobra de luz) se convertirá en el mayor revolucionario de la farsa contemporánea.
¡No se imagina lo que es ducharse con agua fría señor! ¡No se imagina lo que es ser fanático de sus pensamientos!
El vecino del 3ro "d"